Otra de las grandes estrategias que Juan Ríos encontró fue en el turismo, es decir, las personas apasionadas que gustan del vino, que les interesa como se realiza, la vendimia, entre otras actividades vinculadas a la elaboración de un vino, también encontró que la gastronomía va de la mano con los vinos, el maridaje es otro factor indispensable para que se venda un vino. Es decir, si se tiene un buen plato, un queso puede llegar a resaltar el vino, o de lo contrario si se tiene un mal maridaje, puede entorpecer o nulificar al vino.

Ríos encontró en el área de vinos, esta con mucha competencia actualmente el no considera como competencia a firmas como LA Cetto, Domecq, Monte Xanic y Santo Tomás, sino las productoras artesanales, las pequeñas productoras que hacen vino incluso para consumo propio. De ello que Ríos piensa en otro tipo de negocio, pero sin descuidar el sector de vino.

Los dos negocios que encontró en Baja California, en especifico para Valle de Guadalupe, es el restaurantero y el de la hospitalidad. Incrementándose a un 55% en el número de visitantes si lo transformamos a números un total de 33,000 turistas nacionales y extranjeros que visitaron la ruta del vino del año pasado. De acuerdo con Oscar Escobedo Carignan secretario de Turismo de Baja California, esto se traduce en una derrama económica de US $42 millones.

Actualmente ya tiene presencia en varios estados de la república de Ensenada, Los Cabos, Monterrey, Puerto Vallarta, Puebla, Guadalajara, Cancún y la C.d. de México.